Riesgos de no leer los seguros que contratamos
Aproximadamente 1 de cada 2 españoles no lee las pólizas de seguros que contrata y eso implica algunos riesgos con consecuencias poco deseables. Con el objetivo de ayudar a crear algo de conciencia, hemos preparado este artículo donde podrás conocer algunos de estos riesgos.
Sí, sabemos que si hay una lectura aburrida es la del seguro. A veces creemos que basta con saber qué precio pagaremos por nuestra póliza y qué cubre, pero un seguro es mucho más que eso. Hay límites, sublímites, exclusiones y otros aspectos muy importantes que debemos tener en cuenta y que determinan exactamente el producto que estamos contratando.
Estos son algunos de los riesgos a los que nos exponemos en caso de no leer lo que contratamos:
El precio del seguro puede subir sin que nos demos cuenta
Muchas veces cuando contratamos un seguro lo hacemos con alguna promoción y esta tiene una fecha de caducidad que generalmente viene especificada en la póliza del seguro. Si no estamos al tanto de este dato puede que nos encontremos con un cobro en nuestra cuenta del banco que no habíamos esperado y que puede ser bastante superior a lo que estimábamos, dejándonos con un pequeño agujero en nuestra economía doméstica.
A la hora de usar tu seguro, no sabes qué servicios tienes cubiertos
Si no lees lo que contratas, cuando necesites tu seguro no sabrás lo que te cubre y podrías tomar decisiones poco acertadas, pues si solicitas un determinado servicio cuando lo necesitas, tu aseguradora, dando por hecho que estás al tanto de que no está incluido en tu seguro y lo que no, te lo ofrecerá. Luego podrías llevarte una desagradable sorpresa cuando te des cuenta de que debes sufragar el coste de esos servicios.
Esto es importante pues, según un estudio, tan solo el 36% de los asegurados se informa del precio que debe pagar y de las coberturas. El resto obtiene una información muy superficial con la que cree estar al tanto de todo lo importante. Se podría decir que una gran parte de las reclamaciones a las que se enfrentan las aseguradoras tiene que ver con este desconocimiento, fruto de no leer las pólizas contratadas.
Puedes estar perdiendo dinero
Ya sabemos que, si es pesado leer una póliza de seguro, dos es aún peor, sin embargo, no hacerlo puede suponer que estés perdiendo dinero porque solo comparando entre pólizas podremos saber cuál es la que nos ofrece mejores condiciones y mejor precio.
Ojo al dato, no adquirir el hábito de leer las pólizas de nuestros seguros podría hacer que estemos perdiendo la oportunidad de ahorrar hasta un 80%, una cifra nada desdeñable.
Otra razón por la que podrías terminar perdiendo dinero es si no atiendes al plazo de contratación del seguro. Hay dos datos interesantes que conviene que tengas en cuenta:
- Las compañías aseguradoras pueden reservarse el derecho de rescindir un contrato cuando se haya producido un siniestro grande, sin importar cuándo haya tenido lugar. Si esto sucede, tienes derecho a reclamar el reembolso de la parte proporcional del seguro que hayas pagado que no haya sido disfrutada.
- Tú puedes rescindir el contrato cuando quieras, aunque en este caso la compañía no tiene la obligación de devolverte el dinero correspondiente al plazo no consumido del seguro
Puedes estar sujeto a cláusulas limitativas o especiales
Uno de los riesgos de no leer la póliza del seguro que contratamos es que podemos estar sujetos a cláusulas limitativas o especiales que, de haber conocido con anterioridad, hubieran hecho que no contratásemos el seguro.
Por ejemplo, en los seguros de coche es frecuente que las compañías aseguradoras dejen por escrito la condición de no arreglar el vehículo que haya quedado declarado como siniestro total cuando el valor de la reparación supere el del coche. Si la compañía solo ofrece el valor venal del vehículo, que es el que tendría en el mercado de segunda mano, esto puede ser problemático.
Otro ejemplo es el de los accidentes que se produzcan por una negligencia como conducir bajo los efectos del alcohol. Si has tenido un accidente conduciendo en estado de ebriedad y eres el culpable del mismo, tu seguro pagará a las víctimas, pero te reclamará las indemnizaciones y puede obligarte a pagar los daños que se han provocado en tu propio vehículo.
Lo mismo sucedería si se cometen otras negligencias como llevar en el coche más pasajeros de la cuenta o conducir sin un permiso de circulación válido.
Puedes perder el derecho a reclamar
Al no leer nuestra póliza podemos desconocer los plazos a los que estamos sometidos por la misma para realizar reclamaciones y, por tanto, podrían expirarse los periodos sin que nos demos cuenta dejándonos con las manos atadas para proteger nuestros intereses.
Puedes estar en una situación de desventaja a la hora de evaluar los daños
Cuando se produce un accidente, el encargado de evaluar los daños es el perito, quien redactará un informe detallado de lo que ha sucedido y el valor de las reparaciones, pero puede suceder que tú no estés de acuerdo con esta valoración.
¿Sabes que tienes derecho a pedir una segunda opinión a otro perito? En este caso tendrías que abonar el coste de sus servicios tú, pero no saber que tenemos esta opción nos puede cerrar muchas puertas.
Si la valoración del primer y el segundo perito no coinciden, podrías pedir una tercera opinión que pagarían a medias la aseguradora y tú. Todo esto viene estipulado generalmente en la póliza de seguros y por desconocimiento son oportunidades que podemos estar perdiendo.
Estos son solo algunos de los riesgos de no leer lo que contratamos, pero hay otros muchos. ¿Sabes en qué casos no te cubre tu seguro? ¿Conoces las limitaciones de las coberturas? Si no lo has hecho aún, escoge un momento tranquilo y lee con atención todas las condiciones de tu póliza. Si tienes dudas con algo, llama a la compañía y pide que te lo expliquen. Estás en tu derecho.
Es importante que conozcas todas las preguntas sobre el funcionamiento de las aseguradoras y cómo puedes actuar y defenderte. Si no te convence lo que has firmado, puedes apuntar las fechas que tienes de plazo para cambiar de compañía cuando acabe el periodo de contratación.
Recuerda que en todas estas situaciones puedes contar con el consejo y gestión de una correduría de seguros como Seguros Nogal, donde velarán por tus intereses y te mantendrán continuamente informado de forma gratuita.