Póliza de seguro y contrato de seguro no es lo mismo
Está claro que ambos términos son fundamentales en el mundo del seguro y que se usan indistintamente en muchos casos, pero contrato de seguro y póliza de seguro no es lo mismo. Te contamos qué significa cada uno de estos términos.
¿Cuál es la diferencia entre póliza de seguro y contrato?
Técnicamente el contrato de seguro es el documento que muestra un acuerdo entre la empresa y el asegurado o tomador del seguro. Por otro lado, la póliza de seguro es el documento que refleja este acuerdo y en donde se explican todas las coberturas, condiciones, etc., del mismo.
En la Ley 50/1980 del Contrato de Seguro quedan claras las delimitaciones y la naturaleza de ambos conceptos. Según la misma, el contrato de seguro es el documento por el que el asegurador se obliga a indemnizar, dentro de los límites que se hayan pactado, los daños que se puedan producir en base a una serie determinada de siniestros que estarían cubiertos a cambio del pago de una prima. La cobertura de los daños que se puedan producir si los daños se convierten en siniestros se puede hacer mediante el pago de un capital, una renta o cualquier otra prestación que se haya pactado.
En el tercer artículo de la Ley 50/1980 se habla sobre la póliza de seguros de manera específica:
«Las condiciones generales, que en ningún caso podrán tener carácter lesivo para los asegurados, habrán de incluirse por el asegurador en la proposición de seguro si la hubiere y necesariamente en la póliza de contrato o en un documento complementario, que se suscribirá por el asegurado y al que se entregará copia del mismo. Las condiciones generales y particulares se redactarán de forma clara y precisa».
Se especifica que las cláusulas limitativas deben estar destacadas y que deberán ser específicamente aceptadas por escrito por parte del asegurado. Si se hiciese alguna modificación del contrato de seguro o se añadieran nuevos acuerdos, deberán estar formalizadas por escrito.
¿Qué obligaciones tienen asegurador y tomador del seguro?
El asegurador tiene la obligación de dar al tomador del seguro la póliza de seguros, o al menos, un documento de cobertura provisional. Cuando se utilizan modalidades en las que por disposiciones especiales no se exija la emisión de la póliza, el asegurador está obligado igualmente a entregar el documento en el que se vean estas reflejadas.
Analizado todo esto, podemos deducir que tanto el seguro como la póliza forman parte del producto que contratamos y algo que debemos tener en cuenta es cuándo entra en vigor el mismo, que es justo en el instante en el que se firma la póliza de seguro por ambas partes, momento en el que tanto el asegurador como el tomador aceptan las obligaciones, derechos y deberes a los que les compromete.
Eso sí, si bien la firma es un requisito fundamental para que entre en vigor el contrato y la póliza de seguro, también lo es el pago de las primas en la forma y plazo que se haya pactado.