¿De coche a moto? Todo lo que debes saber
Al haberse convalidado el carnet de conducir coche para permitir llevar motos de hasta 125 cc y 15 cv, muchos conductores se han decidido por las dos ruedas. La lista de ventajas que tiene usarla, especialmente en ciudad, son muchas. ¿Te has animado a comprarte una moto y a darle preferencia sobre el coche? Esto es todo lo que debes saber si pasas de coche a moto.
Ventajas y desventajas de pasar del coche a la moto
Una de las ventajas más claras que tiene pasar del coche a la moto es la economía, porque todo en este último vehículo es más barato: consume menos, el mantenimiento es más económico, incluso también el coste de adquisición si apostamos por comprar una nueva en lugar de segunda mano.
Otra cosa que también es destacable en cuanto a ventajas es que resulta más cómoda para circular por la ciudad porque nos da más libertad de movimientos y nos ofrece más posibilidades de estacionar.
Para aquellos a los que les guste la experiencia de conducción, la libertad que se siente montando en moto es bastante agradable, aunque claro, esto ya depende de las preferencias y sensaciones que la conducción en moto le proporcione a cada uno en particular.
Hasta ahora hemos hablado solo de ventajas, pero, ¿hay inconvenientes relacionados con usar la moto en lugar del coche? Sí, hay uno muy importante: tu seguridad.
Por razones obvias, la seguridad del conductor de una moto es menor que la que tiene el de un automóvil; por ello, dependemos mucho más de la reacción y el comportamiento de los otros vehículos en la carretera. Sin embargo, si respetas las señales, conoces el comportamiento de tu moto y adoptas un estilo de conducción defensivo, todo marchará bien.
Lo más importante: aprender a manejar la moto
Muchas personas opinan que conducir una moto es mucho más sencillo que conducir un coche por el hecho de que en este vehículo de dos ruedas generalmente ‘solo’ hay que acelerar y frenar. Lanzarnos a conducir una moto con la idea de que solo es una bici que no tiene pedales es muy peligroso.
La moto es inestable de por sí, por lo tanto, debemos aprender a mantener el equilibrio con ella, a controlar nuestro peso y su comportamiento en distintas situaciones.
Lo más conveniente sería apuntarnos a un curso de conducción. No se trata de nada complicado, solo de coger una moto y aprender sus comportamientos en un entorno seguro que no derive en un accidente. Una vez que ya sabemos cómo podemos controlarla, estaremos más preparados para circular con otros vehículos de manera segura.
El freno es una de las cosas que más traen problemas: ¿cómo se frena en una moto? ¿Como en una bici? Lo cierto es que no. Al contrario que en las bicicletas, el freno que detiene completamente la moto es el delantero y se sitúa en la mano derecha, junto al acelerador.
La forma correcta de frenar es utilizando el freno trasero levemente para disminuir la velocidad y terminar la frenada con el delantero liberando el trasero para evitar el bloqueo total. Si la moto contase con ABS, mejor que mejor, ya que estaremos más seguros frente a una frenada de emergencia o una frenada en suelos con poco agarre.
Otros aspectos que también son problemáticos tienen que ver con la forma de tomar las curvas, dónde tener la vista fija o cómo situarnos de manera que siempre seamos vistos. Todo esto es lo que se puede aprender en un curso de conducción cuya relación coste-beneficios es insuperable. Invertimos muy poquito para aprender a protegernos en la carretera y a evitar situaciones que podrían ser desastrosas.
¿Y el seguro de la moto? ¿Es cierto que sale más barato?
Sobre el seguro para moto hay mucho que decir. Existe la creencia de que es más barato, y generalmente lo suele ser, pero hay ocasiones en las que te puedes llevar una sorpresa.
Es posible que descubras que casi pagarás lo mismo por un seguro de moto que por uno de coche. ¿Por qué? Hay muchos factores que influyen como, por ejemplo, los años de carnet de conducir que tengas o si has tenido anteriormente seguro de motos, pero sobre todo influye sobre el precio del seguro el tipo de moto que conduzcas.
Te sorprenderá saber que, a veces, cuanta menor cilindrada tiene (50 cc) más caro resulta asegurar una moto. Todo esto se debe tanto a la mayor siniestralidad de estos vehículos frente a coches, como a que las motos de menor cilindrada suelen ser prestadas habitualmente a personas que no suelen conducirlas de forma habitual, con el consiguiente mayor riesgo de accidente.
Es importante saber quién está asegurado en la póliza. Hay algunas compañías que, de momento, solo ofrecen seguros nominales, es decir, solo se cubre a la persona tomadora del seguro, independientemente de que la normativa establezca que cualquier persona con más de dos años de carnet y 25 años de edad estaría protegida en un accidente de moto.
Esta es una cláusula legal que las compañías están en su derecho de agregar y que tú debes tener muy en cuenta porque si prestas la moto a alguien, podría no estar cubierto, lo cual es un serio problema.
Sin embargo, lo habitual, como decíamos, es que en el seguro de tu moto esté cubierta cualquier persona que cumpla esos dos requisitos: tener más de 25 años y más de 2 años de carnet. Si no cumpliera los mismos y tuviera capacidad legal para conducir la moto, debería estar declarado en la póliza para ser cubierto.
Si prevés que algún familiar tuyo en esta situación, o algún amigo, va a conducir la moto, no te arriesgues y menciónalo en la póliza. Todos saldréis ganando.
¿Sabes cómo encontrar la mejor póliza de seguros para motos? Si no lo tienes claro, acude a tu correduría de seguros más cercana. Allí encontrarás asesoramiento y un servicio integral que se ocupe de todo de forma totalmente gratuita.