Asesinatos millonarios, el terrorífico negocio de los seguros de vida
Eso de que la realidad supera a la ficción ha quedado patente en muchas situaciones que han sido plasmadas por las noticias. Cosas que nos cuesta aceptar que son ciertas, por ser demasiado retorcidas, pero que al final lo son. Una de estas situaciones que parecen sacadas de un guión de película de suspense es el de los asesinatos con el fin de cobrar un seguro de vida, desde luego, el más macabro de los fraudes a las compañías aseguradoras.
Fraudes contra los seguros de vida
Aunque parezca increíble, no son aislados los casos de personas que son asesinadas por los beneficiarios o bajo las órdenes de estos para que puedan cobrar las suculentas indemnizaciones. Hay casos en los que, incluso, algún familiar o pariente cercano suplanta la identidad de la víctima para suscribir los seguros sin su conocimiento, para después ejecutar sus macabras intenciones.
Pero esto está muy lejos de ser el plan perfecto. Independientemente de las cuestiones morales en las que no vamos a entrar, después de un asesinato hay una investigación exhaustiva que, en la mayoría de los casos, acaba con el culpable entre rejas y, por supuesto, sin cobrar un solo euro.
Las compañías de seguros se protegen
Lamentablemente, en este escenario no acaban los intentos de realizar fraudes al seguro jugando con la propia vida de las personas. Hay quienes incluso, por triste y extraño que parezca, contratan su seguro de vida conscientes de su decisión de suicidarse para proporcionar a su familia seguridad económica.
Para prevenir este tipo de situaciones, los seguros de vida no suelen cubrir el suicidio y, aquellos que lo hacen, ofrecen un periodo de carencia que se ve automáticamente renovado si se hace alguna rehabilitación o aumento de capital.
Otros casos en los que los seguros de vida no responderían de cara a los beneficiarios es cuando el asegurado muere por causas imprudentes como la ingesta de medicamentos sin prescripción médica, el coma etílico o por actitudes temerarias en las que la probabilidad de siniestro es muy elevada.
Seguros específicos que cubren las situaciones de riesgo
Aquellos deportistas que entrenan en escenarios de riesgo tampoco cobrarían ninguna indemnización, en este caso los beneficiarios, si practicando deporte tienen un desenlace mortal. Para este tipo de situaciones hay seguros específicos que hay que contratar de forma independiente si se quiere estar protegido.
Con todas estas medidas se pretende frenar los intentos de fraude que, de algún modo u otro, juegan con la vida humana a cambio de una retribución económica. Aun así, hay personas que no dejan de intentarlo pese a saber que cada vez es más difícil cometer un delito semejante y salir impune. Las penas, además, son especialmente duras dependiendo del país en el que se cometa el delito. Un delito terrorífico que lamentablemente no solo aparece en las novelas de ficción.