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España es uno de los países con más fumadores de Europa aunque un 75% de ellos ha admitido que desea dejar de fumar y hasta 75.000 fumadores intentan dejar el hábito cada año. Pero fumar no solo tiene riesgos para la salud –los más importantes– sino también para el bolsillo, y no solo por el gasto derivado de la compra de cigarrillos. El seguro de vida también se encarece para los fumadores.

Las compañías de seguros, para poder ofrecer un producto a medida, deben realizar un cálculo de probabilidades de siniestro y para ello tienen en cuenta todas las variables que puedan tener un factor determinante, entre ellas, si una persona es fumadora.

¿El precio de un seguro de vida es igual para un fumador?

El hábito de fumar nos hace más propensos a tener cierto tipo de enfermedades y también de accidentes, por esta razón, como el riesgo de siniestro se eleva, también lo hace el precio del seguro de vida.

Un dato interesante a tener en cuenta es que incluso si hemos consumido cualquier forma de nicotina durante los últimos cinco años, la compañía considerará el riesgo de este consumo y se verá reflejado en la prima.

Otra cuestión a tener en cuenta tiene que ver con la forma de consumir el tabaco. Para las compañías es irrelevante que lo consumamos en cigarrillos, puros, cigarros electrónicos, parches o chicles de nicotina o tabaco de mascar. Consumiendo nicotina en cualquiera de estas formas, se considera que existe un riesgo mayor de enfermedad, incluso cuando hayamos dejado el consumo en los últimos cinco años, como ya indicábamos.

Ante este escenario en el que se encarece el precio de nuestro seguro de vida si somos consumidores de cualquier forma en la que se presente la nicotina, algunas personas optan por engañar a la compañía aseguradora para acceder a un menor precio en el seguro de vida, lo cual es un error grave.

El engaño ocultando fumar implica la cancelación del seguro de vida

Para empezar, es necesario tener en cuenta que no es difícil comprobar cuando alguien es fumador en los exámenes médicos; lo que daría lugar, en el mejor de los casos, a que la compañía cancelará inmediatamente nuestro seguro de vida.

También conviene pensar que hacer esto implica cometer un fraude y, por tanto, podríamos tener que hacer frente a las repercusiones legales correspondientes en caso de ser descubiertos. Pero incluso si esto no se produce, aún queda un escenario en el que las cosas pueden complicarse demasiado.

Ante un fallecimiento repentino, la aseguradora podría averiguar si éramos fumadores y en tal caso los beneficiarios de nuestro seguro de vida se verían ante una situación de absoluta indefensión, sin contar que la inversión que hemos estado realizando en vida para cubrir a nuestros seres queridos no habría servido de nada.

En general, la prima que hay que abonar por ser fumador en el seguro de vida no suele ser excesivamente cara, de hecho, es un ‘extra’ que merece la pena pagar. En cualquier caso, te aconsejamos que, antes de decidirte por un seguro de vida u otro, compares entre varios productos. Una correduría de seguros te será de gran ayuda para esto y te permitirá ahorrar muchísimo tiempo (y dinero).