Los fraudes al seguro más desastrosos
Se estima que 6 de cada 100 lesiones declaradas por un accidente de circulación enmascaran un fraude, o bien porque el accidente en sí es simulado, o porque los daños padecidos se exageran para aumentar la indemnización a percibir. Sí, el fraude al seguro sigue siendo un asunto de actualidad y hay una gran cantidad de personas que lo siguen intentando como quien juega a la lotería y espera que algún día le toque. Incluso existen mafias que se dedican a ello. La diferencia es que aquí, cuando se descubre que tu boleto no es premiado las consecuencias pueden ser muy feas.
Te doy una vuelta en mi coche
Uno de los casos más destacados es el protagonizado por una chica que aumentó la gravedad de sus lesiones por accidente de coche hasta casi convertirse en millonaria.
Una noche cualquiera, un chico quiere impresionar a unas chicas demostrando sus habilidades al volante. El coche colisiona y una de ellas sufre un daño craneoencefálico severo y pasa varios días en coma.
Cuando despierta, todo parece indicar que en el futuro será dependiente ya que muestra dificultades en el habla, no puede manejar el dinero sola ni ubicarse correctamente.
Un médico que la ve a solas en una ocasión, nota algo sospechoso y pone en aviso a la aseguradora, quien contrata un detective y confirma que la chica, que desde el principio era susceptible de mejorar, finalmente lo había hecho hasta llegar a hacer vida normal.
En principio, se exigía por la indemnización 1.000.000 de euros. Al descubrirse el engaño, la cifra bajó a los 230.000€. El caso afectó a la aseguradora Pelayo.
¿Es esa mi firma?
Gran Canaria. Una familia reclama a Reale Seguros una indemnización por la caída de un muro perimetral a la vivienda. Se cierra la investigación con la ayuda de un perito y se rehúsa la cobertura del incidente porque el mismo no se produjo a causa de la lluvia, sino de un defecto en la fabricación de la vivienda.
Mientras tanto, se recibe una carta del asegurado en la que había adjunto un informe pericial y un nombramiento de perito, tal y como exige la Ley de Contrato de Seguro. Este documento, que resultó a quienes lo recibieron bastante inusual, fue investigado descubriéndose que la firma del asegurado, así como la del perito eran falsas. Al parecer, las tres personas intervinientes tenían relación directa.
Dispara, yo ya estoy muerto
Un hombre de 30 años realiza un seguro de vida en Navarra con Generali por un valor de 150.000 euros de los que sería beneficiario su padre. Seis meses más tarde, este chico, el contratante del seguro, fallece en Colombia.
Se inician los trámites para reclamar al seguro la indemnización correspondiente y se solicita a la familia una documentación específica para la gestión del expediente. Una documentación que se aporta con extrema rapidez, sobre todo teniendo en cuenta la poca frecuencia con la que se solicitaban algunos de ellos, porque estaban correctamente certificados y procedían del consulado español en el país latinoamericano.
Esto pone en alerta a la compañía que comienza unas investigaciones que le llevan a descubrir que el asegurado no ha fallecido y que la documentación era falsa y estaba preparada de antemano. Además, pertenecía a una organización que se dedicaba a este tipo de estafas con documentación falsificada.
Quien conoce la ley, conoce la trampa
Un autónomo trabajador de Mapfre como agente de seguros en Valencia contrata una póliza de baja laboral que emitió con su propia clave profesional. Nueve meses más tarde afirma que está de baja, aunque cuando la aseguradora le llama para comprobar cómo se encontraba resultó que estaba trabajando. Al día siguiente se puso fin a la baja.
Medio año más tarde, el empleado se volvió a poner de baja, en este caso porque fue atropellado por un autobús cuando conducía su moto. Afirmaba contusión craneal entre otras lesiones de distinto carácter.
La aseguradora vuelve a ponerse en contacto con él para gestionar este expediente y solicitarle la documentación médica, pero pasados unos días, no la remitía, si bien recibía y leía todas las notificaciones que se le enviaban al correo de su empresa. El empleado comienza a reclamar anticipos con cargo a su indemnización final.
Mapfre, ante tanto misterio, contrata a un detective y descubre que la intención del empleado/asegurado no era otra sino la de compaginar su actividad como colaborador de la compañía con un sobresueldo a causa de bajas laborales. Al final, no solo no recibió las indemnizaciones que pretendía, sino que, además, como regalo, perdió su trabajo.
Run boy run
Aquí otro caso curioso. El de una pareja que en teoría se encuentra de escapada romántica en un flamante Porsche Cayman cuando tienen un accidente que daña la carrocería del coche y cuyo arreglo asciende a la suma de 14.000€.
Durante la llamada a la grúa, con los nervios a flor de piel, se oye de fondo: ‘Y en uno de los tramos…’, lo que hizo saltar todas las alarmas ya que este es un término que se utiliza habitualmente en las carreras de rally.
Comienza la investigación, que no fue fácil, y efectivamente se descubre que hubo una carrera de rally celebrada el día del accidente en el mismo lugar del siniestro. El estafador casi se sale con la suya de no haber sido por un aficionado que tomó una foto del accidente y la subió a un foro al que los detectives accedieron.
¿Accidente laboral?
El último de los casos de fraude de seguro desastrosos que vamos a presentar es, además, verdaderamente lamentable. La compañía Reale Seguros recibe la noticia del fallecimiento de un asegurado, supuestamente en su centro de trabajo, dentro de su horario laboral. Se indica que este se produjo a causa de una caída desde la azotea.
Lo que en principio trató de disfrazarse como un accidente laboral, se terminó demostrando que fue un suicidio. El asegurado fallecido padecía depresión y estaba medicado. Las fuentes consultadas confirmaron igualmente las sospechas de los que investigaban el caso.
Existe multitud de intentos de fraude al seguro curiosos que afortunadamente solo sirven para rellenar las páginas de anécdotas. Lo peor es cuando estos tipos de fraude también te toca pagarlos a ti…