comida cruda mascota

Un estudio ha alertado que en ciertos alimentos de comida cruda para perros y gatos —BARF, del inglés Biologically Appropriate Raw Food— se encuentran bacterias como la Salmonella y otras como Campylobacter y Enterobacteriaceae. Dos nombres que suenan muy raros, pero que conviene no perder de vista. Lo que se esconde tras la comida cruda de tu mascota puede ser muy perjudicial para ti y tu familia, por eso es importante que estés al tanto de qué se trata.

La comida cruda y las bacterias

La comida cruda para perros y gatos, siempre que sea de calidad, es buena para tu mascota. Pero eso no significa que lo sea para ti. De la misma manera, un Ibuprofeno para ti es posible que no suponga nada, pero puede ser letal para tu mascota. Aquí puedes consultar una serie de alimentos prohibidos para mascotas.

El estudio, que se ha publicado en la revista Vet Record, ha descubierto que en muchos productos de alimentación cruda para perros se encuentran niveles muy elevados de bacterias que son potencialmente peligrosas para nuestra salud y también para la de animales.

Los que más preocupan son los ancianos, niños y personas con el sistema inmune en mal estado ya que son las personas que más afectadas se verían, en principio, si contraen alguna de las enfermedades o infecciones asociadas a estas bacterias.

La recomendación en general es no alimentar a perros que vivan con bebés, personas mayores o inmunodeprimidas, con comida cruda ya que el riesgo de contraer alguna enfermedad y sus consecuencias podrían ser más graves.

El modo de preparación no es seguro

El problema tiene su origen en el modo de preparación de estos alimentos. Los productos cárnicos crudos para perros no se tratan por medios de la liolofización o pasteurización por lo que ciertas bacterias encuentran en estos productos un hábitat perfecto para vivir.

Para realizar el estudio se tomaron 60 paquetes de productos comprados en distintas tiendas en un radio de 200 kilómetros del lugar donde se iba a realizar el análisis (Suecia) entre el periodo de marzo a septiembre de 2017.

Las 60 muestras contenían especies de Enterobacteriaceae, lo que resulta un indicador claro de que existe contaminación fecal. Ahora bien, los niveles de presencia de esta bacteria eran distintos entre los diferentes fabricantes estudiados. También incluso entre distintos productos. Sin embargo, en el 52% de las muestras los niveles de contaminación están por encima del umbral máximo permitido por las regulaciones de la Unión Europea que son 500 bacterias por gramo.

En general, la mayoría de las especies que han sido identificadas y que se esconden tras la comida cruda de tu perro, no causan infección salvo el E. coli que se encontró en un tercio de las muestras analizadas.

Las distintas especies de Salmonella, una de las bacterias más preocupantes ya que puede causar infecciones severas y ser transmitidas de animales a personas, son más alarmantes. Pese a estar totalmente prohibidas en cualquier producto alimenticio animal, el estudio las detectó en 4 muestras.

Recuerda que, además de tener cuidado con su alimentación, existen una serie de seguros y coberturas para mascotas. Para aquellas personas que han apostado por darle a su compañero una alimentación cruda, se recomienda la consulta a un veterinario para aprender la mejor manera de manipular y gestionar este tipo de productos de manera que sean totalmente seguros tanto para la mascota, como para los seres humanos que viven cerca de ella.