mitos de la meditación

Meditar es una práctica altamente beneficiosa para cualquier persona, no importa su edad, sexo, creencias o condición física. Por eso resulta doblemente negativo que existan mitos sobre ella que impidan a muchos disfrutar de sus ventajas. La meditación es hoy en día prescrita por médicos y profesionales de la salud en todo el mundo. Estos son los mitos que ya deberían pasar de moda.

Meditar es dejar la mente en blanco

¿Crees que es posible atrapar con una mano un rayo de sol? Pues casi igual de imposible es dejar la mente en blanco. Esto es básicamente porque está hecha para pensar, por lo que meditar no es eliminar los pensamientos. Más bien es enfocar la atención en algo concreto y mantenerse en ello. Y sin esperar milagros, claro. Es normal que mientras mantenemos la atención la mente se distraiga con algún pensamiento o cualquier cosa que suceda a nuestro alrededor. En este caso, la devolvemos al punto del enfoque que hemos escogido y seguimos.

Meditar es controlar los pensamientos

Ni lo implica, ni lo pretende. Tan solo invita a observarlos, bien sea para aprender de ellos, para distanciarnos un poco y que no nos dominen las emociones a las que se asocian o para volverlos más positivos en la medida en la que podamos influir sobre ellos.

Se medita para llegar a un estado de relajación

La relajación es un efecto secundario de la meditación, pero no es exactamente lo que ésta pretende, sino distanciarnos de nuestros estados interiores y situaciones exteriores para evitarnos sufrir de manera innecesaria.

Para meditar hay que pasar mucho tiempo quieto

Puedes meditar caminando, haciendo la comida, etc. Hay muchas maneras de hacerlo en realidad.

Los beneficios no se perciben hasta pasados muchos años de práctica

Según los últimos estudios que se han llevado a cabo, la meditación produce unos beneficios que se pueden apreciar en apenas unas pocas semanas. Incluso puedes sentirte especialmente bien justo después de terminar tu sesión.

Para meditar se requiere mucho tiempo

Entre 5 y 15 minutos al día son más que suficientes para realizar esta práctica y obtener sus beneficios. El aumento de tiempo tiene más que ver con cómo te haga sentir la meditación y hasta dónde quieras llegar con ella.

Es muy complicado

La meditación es algo que muchas personas hacemos sin darnos cuenta apenas. Cuando nos concentramos en algo y nos abstraemos de todo lo demás se puede decir que estamos meditando. La diferencia está en que cuando meditas sabes lo que haces y lo que quieres hacer si te despistas.

Está vinculado con la religión o la espiritualidad

La meditación puede ser un ejercicio absolutamente racional. Puede que quieras aumentar la masa gris de tu cerebro, como se ha demostrado que la meditación consigue. Controlar mejor tus emociones para ser más productivo en tu trabajo o desarrollarte mejor en tus relaciones personales. O puede que lo hagas para encontrarte contigo mismo o con quien crees que es el supremo creador. La meditación es absolutamente para todos.

Si aún no la has probado, te recomendamos que leas un poco sobre ella y la practiques. Si quieres una visión espiritual y profunda de cómo la meditación puede transformar tu día a día, los libros de Ramiro Calle pueden ser lo que buscas, aunque en Internet encontrarás información amplia desde distintos puntos de vista y muy variada para servirte de ella de manera totalmente gratuita.