Todos hemos podido notar en algún momento lo desastroso que puede ser pasar una o varias noches sin poder dormir bien. Hay veces en los que, por el estrés, por malos hábitos adquiridos, etc., nos cuesta conciliar el sueño o no dormimos todo lo bien que deberíamos. En este artículo te proporcionamos algunos consejos efectivos para que vuelvas a tener un sueño reparador.

Hacer ejercicio, una clave ineludible

Para poder dormir bien, es necesario que nuestro cuerpo sienta que necesita descansar. Algo que logramos manteniéndonos activos. De hecho, el ejercicio físico nos proporciona, en relación al sueño, tres beneficios clave: nos dormimos más rápido, dormimos más tiempo de manera profunda y nos despertamos menos por la noche.

Adiós a los estimulantes

Por mucho que te parezca que no tienen ninguna relación, el tabaco y el café dificultan mucho que podamos dormir con calidad debido a que son estimulantes que alteran nuestros periodos normales de vigilia-descanso.

La cama, solo para dormir

¿Has oído alguna vez esa expresión de ‘calentar la cama’? En relación al sueño tiene mucho sentido. El hecho de pasar mucho tiempo sentados o acostados en la cama antes de dormir haciendo cosas como jugar, usar el ordenador, ver la tele, etc., hace peligrar bastante la calidad nuestro posterior sueño.

Establece unos horarios regulares y unas rutinas saludables

Irnos a dormir cada día a la misma hora es fundamental para que, poco a poco, vayamos logrando una mayor calidad de sueño. Lo mismo pasa con la hora de despertarse. Sé generoso con el rango de horas de que dedicas al descanso, pero no te pases. Elígelas de acuerdo a tus propias necesidades y procura que no sean más de 9.
Tener unos horarios regulares para irnos a dormir y despertarnos forma parte de una buena rutina, pero no es lo único que nos puede ayudar a reconciliarnos con el sueño. Por ejemplo, leer antes de dormir es una práctica muy recomendada. Eso sí, procura no leer nada que te estimule demasiado y te quite las ganas de dormir. Con el tiempo, tu cerebro entenderá que coger el libro implica que ha llegado la hora de relajarse para irse a descansar y te será mucho más fácil conciliar el sueño.

Acorta el tiempo de las siestas

Hay que procurar que las siestas no duren más de 20 minutos ya que, si dormimos demasiado después de comer, nos costará bastante conciliar el sueño por la noche.

Limita el alcohol

El alcohol puede parecer que nos ayuda a quedarnos dormidos y esto es, en parte, verdad. La otra parte de la historia es que el efecto sedante desaparece a las pocas horas lo que provoca que nos podamos despertar varias veces durante la noche.

No fuerces el sueño

Si el sueño se convierte en una obsesión, te costará bastante conciliarlo. Si no tienes ganas de dormir, no pasa nada, levántate y lee o haz algo hasta que lo tengas. Quizás los primeros días te cueste irte a la cama, pero esto no durará mucho. El agotamiento se apoderará de ti y podrás empezar a descansar bien y de manera regular. ¡Se constante!

Por cierto, otro gran consejo para dormir a pierna suelta es sentirte seguro y, para ello, lo mejor es contar con un buen seguro de hogar al mejor precio y totalmente adaptado a ti y tu familia. Infórmate en tu correduría de seguros Nogal.