habitos de conduccion nocivos. Encarecimiento seguro

Al ser conductor debes saber que existen una serie de hábitos de conducción muy nocivos que pueden estar perjudicando la salud de tu vehículo y, a la larga, estar encareciendo sin darte cuenta tu póliza del seguro de auto —ya sea básico o seguro a todo riesgo— y que pueden hacer que te lleves una desagradable sorpresa. Te contamos cuáles son: prevenir es mejor que curar

Hacer un mal uso del embrague

Circular con el pie apoyado en el pedal del embrague, permanecer parado con el embrague pisado, abusar del medio embrague al iniciar la marcha en pendientes pronunciadas o no pisar a fondo el embrague al meter marcha (con su correspondiente rascado), son formas incorrectas de usar el embrague. Estas prácticas nocivas van generando un desgaste en el mismo que puede tener como resultado una avería con consecuencias importante en la factura.

El embrague solo debe usarse para cambiar de marcha, ya sea al ganar velocidad o a la hora de reducir, para que el coche siempre se mantenga en el régimen de giro adecuado y mantengamos el control sobre el mismo. En estos casos debe accionarse pisando a fondo el mismo y soltarse con suavidad notando cómo el embrague se va acoplando con la transmisión y el motor transmite su fuerza a las ruedas. Además, al realizar una frenada de emergencia, siempre debes hacer uso del embrague para evitar que el coche dé tirones o se cale impidiendo el completo control sobre el vehículo.

Este tipo de malos hábitos, además de averías, pueden conllevar accidentes de tráfico y, por consiguiente, la subida en la prima del seguro. Además, del desembolso económico que supone este tipo de averías.

Conducir de manera agresiva

Conducir de manera agresiva puede tener al menos tres consecuencias negativas en tu coche: un mayor riesgo de accidentes, de sanciones y mayor desgaste del vehículo.

Relacionado con tu seguro, no importa qué coberturas tengas porque en cualquiera de sus modalidades este hábito de conducción puede traerte problemas con ellos, ya sea porque debas hacer uso de la cobertura por accidentes, de la asistencia jurídica o de la indemnización para reparar tu vehículo.

Además de lo relacionado con tu seguro, una conducción agresiva e inapropiada puede tener efectos personales muy desagradables en el nivel de estrés, mal humor, trato humano con otras personas e incluso discusiones y peleas, que conviene evitar a toda costa.

No llevar las revoluciones adecuadas

No ir en la marcha adecuada puede implicar un mayor riesgo de accidente en cuanto que el motor de nuestro coche no está trabajando de manera que pueda responder con la potencia suficiente en caso de ser necesario.

Además, existe una creencia muy extendida de que es bueno alargar mucho la marcha para sacar la ‘carbonilla’ del coche. Esta premisa ha dado lugar a conductores que manejan continuamente sus vehículos con las marchas muy forzadas. ¿El resultado? Motores que trabajan con demasiado esfuerzo, piezas del motor que se resienten antes de tiempo, más ruido, mayor consumo y mayor contaminación.

Este es solo uno de los ejemplos de que ciertas leyendas urbanas pueden estar llevándonos con más frecuencia de la necesaria al taller y encareciendo, según la situación, nuestra póliza de seguro.

Esta creencia está asociada a los coches antiguos de carburación que no funcionan igual que los modelos de inyección actuales. Por tanto, es recomendable que consultes con tu mecánico o el fabricante cualquier hábito de conducción que no tengas muy claro si es correcto y, en general, sobre la mejor manera de conducir y mantener tu vehículo según marca, modelo y versión.

Al igual que haces con tu médico cuando tienes una consulta de salud, debes hacerlo con tu mecánico. Solo él puede decirte con certeza qué es lo mejor para tu automóvil, así que no te cortes en preguntarle cualquier duda. Te ahorrarás disgustos.

Ir en reserva

Ir en reserva de combustible puede dar lugar a dos consecuencias negativas para tu vehículo y para tu seguro de coche:

  • Posibilidad de avería debido al forzado de la bomba de combustible, succión defectuosa, impurezas en el filtro, peor refrigeración y empobrecimiento de la mezcla.
  • Mayor probabilidad de sufrir un accidente si tu coche se queda sin combustible y se para repentinamente en medio de la circulación, además de que en este caso la culpa es del conductor y, en caso de accidente, el seguro puede poner problemas en cualquier tipo de indemnización.

Usar de forma excesiva los frenos

Usar de manera excesiva los frenos también puede encarecer tu seguro de coche en cuanto que puede dar lugar a accidentes por sobrecalentamiento o desgaste excesivo de los mismos y averías relacionadas con el sistema de frenado.

En este sentido lo más recomendable para frenar adecuadamente es usar los frenos con anticipación y suavidad, dejando de acelerar para reducir la velocidad de forma progresiva combinando esto con un adecuado cambio de marchas para usar también el freno motor y mantener siempre el control del vehículo.

Llevar los neumáticos en mal estado

La gravedad que supone llevar los neumáticos en mal estado tiene que ver con la capacidad de contacto con el suelo del vehículo y su consiguiente agarre, lo que se traduce en una mayor probabilidad de accidente.

Un siniestro del que podemos resultar responsables si se demuestra que circulábamos con los neumáticos en condiciones que la ley prohíbe como desgaste excesivo, anormal, fecha de caducidad, presencia de grietas o globos, etc.

Esto puede, no solo encarecer la póliza de nuestro seguro o incluso que nuestro vehículo acabe totalmente siniestrado y sin posibilidad de uso, algo con un coste elevado ya no sólo monetario si no tienes un seguro a todo riesgo o si lo tienes, pero que el seguro puede no indemnizar al saber que los neumáticos estaban fuera de los límites legales. Situación que puede estar reflejada en las cláusulas limitativas de tu contrato y que te animamos a revisar.

En casos graves, puede ser que la compañía no desee renovar la póliza con nosotros debido a nuestra siniestralidad.

No hacer las inspecciones recomendadas por el fabricante

Otro de los hábitos de conducción que nos pueden hacer pasar muy a menudo por el taller y que podrían encarecer nuestro seguro de coche es no realizar las inspecciones que el fabricante recomienda para nuestra marca y tipo de vehículo.

Ante todo debemos recordar que el seguro del automóvil no debe usarse de manera indiscriminada o incluso fraudulenta. Entre más hagamos uso de nuestro seguro, más se podrán encarecer las primas de cara a los siguientes años lo que significa que para ahorrar y beneficiarnos cada vez de un mejor precio debemos prestar más atención a aspectos preventivos. Tenemos que tener claro qué es lo que cubre nuestro seguro y lo que no, para sacarle el máximo provecho a nuestro dinero.

Siguiendo estos consejos y eliminando los hábitos de conducción negativos, no solo apostarás por la salud de tu seguro de automóvil sino que también —y es lo más importante— estarás apostando por tu seguridad y la del resto de personas con las que convives en la carretera.