estilo de vida saludable

Los que estamos preocupados por nuestro bienestar, llega un momento en el que nos preguntamos si realmente lo estamos haciendo bien. Llevar un estilo de vida saludable no implica que cuando lo alcancemos percibamos cambios espectaculares y esto nos puede decepcionar o confundir. Pero hay formas de medir un estilo de vida saludable. Algunos indicadores que nos ayudan a confirmar si lo estamos haciendo bien o no.

Cambios sutiles, pero determinantes

¿Qué pasa cuando alcanzas unos hábitos de vida saludables? ¿Te vuelves irremediablemente feliz? ¿Tu figura se vuelve espectacular? ¿Logramos algún resultado excepcional?

Cuando alcanzamos esta meta, que es un objetivo noble y altamente recomendable para todos, lo que sucede es la normalidad. Y la normalidad es algo tremendamente sutil. Tu cuerpo llega a su peso adecuado, no vamos a decir ideal para no confundirnos o crear falsas expectativas. Un cuerpo en su peso ideal es un cuerpo más sano y más fuerte. Con más salud.

Cuando alcanzas un estilo de vida saludable, subir unas escaleras no te supone un problema. Estás preparado para afrontar este reto, que no es un gran reto en el fondo. No te sientes constantemente cansado. Y todo esto, junto a otras cosas, es la normalidad. Pero la normalidad puede pasar tristemente desapercibida, confundiéndonos y haciéndonos creer que lo que hacemos no tiene sentido. Que realmente no sirve para nada. ¡Error!

¿Qué es un estilo de vida saludable? ¿Se puede medir?

Llevar un estilo de vida saludable es, básicamente, realizar aquellas actividades que nos garantizan un óptimo estado de salud. Entre ellas:

      • Comer de manera sana y equilibrada. En la OMS encontramos más información sobre esta materia. Tener a mano la pirámide alimenticia es también de gran ayuda para crear nuestros menús. ¿Sabías que ha cambiado?
      • Realizar actividad física de manera regular. El ejercicio debe ser el adecuado para nuestra condición y también variado ya que no solo hay que fortalecer el sistema cardiovascular, sino también los distintos tipos de músculos.
      • Realizar prácticas que nos permitan reducir y controlar el estrés. En general, conocer la importancia de la salud mental y de cuidarla correctamente. Es tan importante como la física.
      • Dormir y descansar de forma suficiente y adecuada.
      • Mantener unos buenos hábitos de higiene.

Es posible que todo esto ya lo supieras, aunque nunca viene mal recordar. La cuestión es, ¿cómo sé que lo estoy haciendo bien? ¿Se puede medir un estilo de vida saludable?

Lo cierto es que hay unos test que nos pueden servir de orientación para saber si lo estamos haciendo bien y si estamos en el camino correcto. Encontrarás muchos en Internet, pero te proponemos un recurso que no solo es oficial, sino que nos parece bastante interesante.

En la página web Ministerio de Sanidad y Bienestar Social encontrarás distintas herramientas interactivas para descubrir si eres una persona activa, cómo es tu alimentación o cuál es tu consumo de alcohol o tabaco. Esto te dará una visión global de tu estilo de vida y te ayudará a fijarte objetivos que te lleven a tu meta final: lograr y mantener un estilo de vida realmente saludable repleto de normalidad.