seguros de tarjeta de credito

El uso de tarjetas de crédito y débito está cada vez más extendido, sobre todo, desde el confinamiento, para evitar el manejo de las monedas, que es uno de los focos de este virus y de otros muchos. Las tarjetas de crédito, además de servir para el pago de las compras, suelen llevar asociadas un seguro, que en la mayoría de los casos pasa desapercibido, entre otras cosas, porque te lo suelen entregar junto con el grueso de hojas que componen el contrato y que hay que firmar.

Muchas entidades financieras tienen su propia compañía aseguradora para completar el servicio que ofrecen con la tarjeta de crédito en forma de seguro.

Un seguro que se incluye en el contrato

Como ya hemos mencionado, este tipo de seguros se adjunta junto con el contrato porque solo de esta manera el beneficiario puede hacer uso de sus coberturas. Por ese motivo, te aconsejamos que guardes el contrato con toda esta documentación.

En cuanto a la tipología de estos seguros, depende del tipo de tarjeta que se contrate, así como de la compañía aseguradora que esté asociada a esa entidad. Como es normal, cuanto más exclusiva sea la tarjeta contratada, mayores serán las coberturas. Lo que es común en todos los casos es que este servicio es gratuito, ya que su coste se incluye dentro de los gastos generados por la propia tarjeta.

Las coberturas más comunes

Aunque te recomendamos que busques en tus contratos para comprobar el tipo de coberturas que tienes cubiertas con tu tarjeta de crédito, hay algunas coberturas que son habituales, como es el caso de los incidentes relacionados con robos, extravíos, viajes y accidentes personales.

Seguro de viajes

Los seguros de viaje suelen incluirse en casi todas las tarjetas de crédito. Eso sí, para poder hacer uso de esta póliza es necesario que el pago del viaje se haya realizado a través de la tarjeta de crédito asociada al seguro. Entre los incidentes que se cubren se encuentra los retrasos o cancelaciones del viaje; la pérdida de las maletas o la anulación del viaje.

Las tarjetas de crédito ‘premium’ suelen incluir también un seguro de viaje más completo, que cubre gastos sanitarios y traslados médicos tanto del titular, como del cónyuge y los descendientes.

Indemnización por fallecimiento

Esta cobertura trata de proteger el crédito que tenga la tarjeta en caso de fallecimiento del titular. Del mismo modo, se presenta como un seguro de protección familiar ya que se establece una indemnización para los familiares en caso de fallecimiento del titular de la tarjeta.

Protección en las compras

Esta es una de las coberturas más generalizadas en todas las tarjetas de crédito y la que tiene más relación ya que asegura las posibles incidencias que se producen en el momento de la compra, como puede ser las estafas que se cometen online o una incidencia con un pedido que se compra y nunca se recibe. Es importante conocer esta cobertura para realizar las compras con una cierta tranquilidad.

Robo y fraudes de la tarjeta de crédito

El seguro que incluye este tipo de tarjetas cubren los robos y fraudes que se cometen por parte de terceros y que afectan al titular de dicha tarjeta. Las clonación de las tarjetas y el cobro de compras fraudulentas están cubiertas por este tipo de seguros.

Incidentes que no cubre el seguro de la tarjeta de crédito

Como habrás podido comprobar a medida que lees el artículo, las coberturas que cubren estos seguros están relacionadas con el uso de la tarjeta de crédito. Por lo tanto, no están cubiertos otras eventualidades como son la responsabilidad civil o relacionados con accidentes de tráfico (que no tengan que ver con el viaje contratado y pagado con la tarjeta de crédito), como sí lo hace un buen seguro de coche.

Cuánto dura este tipo de seguros

Normalmente tienen la misma duración que la tarjeta de crédito. En cuanto dejas de ser titular de dicha tarjeta, pierdes las coberturas. De cualquier manera, esto depende de la entidad bancaria, ya que algunas establecen un periodo de tiempo determinado. Lo mejor es que leas detenidamente el tipo de seguro que tienes asignado con la contratación de tu tarjeta de crédito.