seguros decesos antiguos

Desde que el humano es humano, se muere. Y como ser vivo que forma parte de unidades familiares, su ausencia deja una cojera emocional —y económica— importante. Es, quizás, por esto que no nos ha sorprendido tanto descubrir que los seguros de decesos son mucho más antiguos de lo que creemos.

¿Sabes sobre qué época más o menos se remonta el Antiguo Egipto? Pues este periodo se remonta al año 3100 a.C. y, a su vez, se divide en varias etapas. En la que es conocida como el Imperio Antiguo y Primer periodo intermedio que vendría siendo alrededor del año 2500-2000 a.C. ya se empiezan a observar costumbres que se pueden considerar como antecedentes claros de lo que hoy en día es un seguro de decesos. Asombroso.

¿Un seguro de decesos antes de nuestra era?

Pocas cosas son tan antiguas y aún siguen en pie como las relacionadas con el Antiguo Egipto. Las pirámides es lo primero que nos viene a la cabeza. Sin embargo, se puede afirmar con rotundidad que ya entonces las personas se preocupaban —y mucho— por lo que conllevaba el fallecimiento de un ser querido.

Los antecedentes en cuestión se dan en forma de asociaciones en las que las personas que querían formar parte debían pagar una cuota de manera periódica. Mediante este pago, obtenían el derecho a que el resto de los miembros de la asociación se hicieran cargo de todos los ritos funerarios necesarios en el momento de su muerte.

Estos ritos se caracterizaban, especialmente, por ser bastante caros y eran necesarios, según las creencias de entonces, para garantizar el paso del alma de los finados de este mundo al otro. Eso sí, precisamente por el elevado coste de estas ceremonias, la participación en este tipo de ceremonias solo estaba reservado para las personas de clase alta.

Se puede decir que las momias son una prueba firme de la ‘industria’ funeraria que hubo durante el periodo del Antiguo Egipto mencionado. Las pirámides en sí también fueron, y son, monumentos funerarios que nos muestran la preocupación por esta etapa de la vida de un ser humano.

El pueblo egipcio no fue el único

Evidentemente, el pueblo egipcio no fue el único que empezó a sentar las bases históricas del seguro de decesos, pero sí el más antiguo. En la Grecia Clásica ya se preocupaban de su paso por la laguna Estigia y del pago a Caronte, además del legado que dejaban sus cuerpos en la Tierra. En la Antigua Roma se encuentra también una historia bastante interesante y mucho más parecida a lo que es nuestra actual línea de seguros de este tipo.

Grecia Clásica

En el caso de los griegos, había dos tipos de asociaciones para hacer frente a los decesos: las religiosas y las laicas. Las asociaciones religiosas estaban formadas, como se puede suponer, por personas que procesaban la misma ideología religiosa. Organizaban fondos comunes no solo para afrontar la muerte, sino también la invalidez, la viudedad o los accidentes, entre otros. En el caso de la muerte, los gastos procedían más de la entidad religiosa que de los propios fondos pues se consideraba lo adecuado.

Las asociaciones laicas estaban formadas por personas que no estaban vinculadas con ninguna religión y ofrecían un sistema de contratación individual bastante curioso. La persona interesada debía dejar por escrito la voluntad de dar una dote a la asociación para que se encargara de cuidar y velar por sus restos después de su fallecimiento durante el resto del tiempo.

Antigua Roma

En la antigua Roma existían unas asociaciones llamadas collegia funeracticia o ‘colegios funerarios’ en los que los socios participaban mediante una serie de cuotas abonadas periódica o únicamente. Con esta cuota se pretendía cubrir el gasto funerario que ya estaba fijado de antemano en los estatutos del colegio, que sería algo similar al capital de entierro del que disponemos en nuestro seguro actualmente. Este importe era el mismo para todos los socios, independientemente del tiempo que llevase siéndolo.

Lo más llamativo de este caso desde el punto de vista técnico es el riesgo que ya asumen estas organizaciones, pues una persona que lleve pagando su cuota tres meses tiene el mismo derecho y la misma cobertura que otra que lleve haciéndolo tres años. Este componente es un rasgo típico de los seguros actuales.

Como es posible ver, en distintas etapas de la vida, la percepción del ser humano sobre la muerte ha variado y, por tanto, también su preocupación y sus deseos sobre la forma de afrontarla.

Es característico de la antigüedad la mayor visión o preocupación espiritual, mientras que en la actualidad tienen mucho peso las cuestiones prácticas. En la época en la que vivimos, no sólo importa lo que suceda a nuestro cuerpo, sino que cobra mucha importancia lo que les pase a los seres queridos que dejamos atrás, a quienes queremos proteger frente a cualquier otra circunstancia.

Y tú, ¿ya has contratado un seguro de decesos? ¿Qué es lo que realmente tiene importancia para ti? Cuéntanoslo en Seguros Nogal y te buscamos el seguro de decesos que mejor se adapte a tus necesidades.