supersticiones y seguros

Puestos a contar, hay más supersticiones que estrellas en el cielo. Muchas personas son bastante sensibles a ellas y las han hecho parte de sus vidas. Vamos a mostrarte cuáles son las más curiosas y algo más. Vamos a explicarte qué tipo de relación guardan las supersticiones y los seguros.

Las supersticiones más comunes con historias muy curiosas

Hay algunas supersticiones que realmente son muy comunes entre la población en general. Y están tan arraigadas que, aunque no creamos en ellas, inevitablemente cuando nos topamos con una situación así no podemos evitar pensar ‘Esto daba mala suerte, ¿no?’

Cruzarse con un gato negro

Si ves un gato negro tendrás mala suerte. Cualquier amante de los felinos podría fácilmente desmontar la teoría, pero la premisa es tan falsa para éstos, como cierta para otros. Siempre se ha creído que los gatos negros traían mala suerte porque eran la encarnación del mal, amigos de las brujas, seres entre dos mundos. Pero ojo, la superstición completa dice que si el gato negro se te cruza en tu camino debes tener cuidado, pero si se acerca a ti, tendrás muy buena suerte y te acompañará la sabiduría. Curioso, ¿verdad?

Derramar sal

La historia de la superstición sobre derramar sal nos parece bastante curiosa. La sal siempre fue un símbolo de perdurabilidad, de algo que no se corrompe con el tiempo. Normal si tenemos en cuenta que tradicionalmente se ha usado para la conservación de alimentos. Todo esto explica por qué mucha gente piensa que si lo derramas tendrás mala suerte. Ahora bien, hay manera de arreglarlo: tomar un poco de la sal que ha sido derramada y tirarla hacia atrás por encima de nuestro hombro izquierdo.

Si te pitan los oídos, están hablando mal de ti

Seguro que esto ya lo habías oído, que cuando te pita un oído es porque están hablando sobre ti. Lo que no tendrías, quizás, tan claro es que depende del que te pite, significa una cosa u otra. Si es el izquierdo, tiene que ver con el amor. Si es el derecho, el que habla de ti no lo hace con cariño.

Cruzar los dedos

Esta superstición tan conocida por todos es de las más graciosas. Solemos cruzar los dedos cuando sabemos que vamos a incumplir una promesa para librarnos del castigo kármico o de mala suerte por fallar. ¡Pero ojo! También los cruzamos cuando queremos que el deseo que hemos pedido se nos cumpla.

La historia de esta superstición tiene su origen en una costumbre de la era del cristianismo. Entonces, las personas —generalmente dos— entrelazaban los dedos índices para mostrar su voluntad de cumplir un juramento o compromiso.

¿Qué tienen que ver las supersticiones y los seguros?

Como introducíamos al inicio, hay personas que son muy sensibles a este tipo de asuntos y se lo toman más en serio que otras. Hay quien incluso lo pasa realmente mal llegando incluso a suponer dificultades en sus vidas. Los seguros son la solución¿Cómo nacieron los seguros? Tanto para quienes desean el respaldo necesario si algo va mal, como para las personas que padecen algún tipo de fobia o dificultad seria con las supersticiones, pues ya nos estaría, quizás, hablando de un problema a tratar para que el paciente tenga calidad de vida. 

En definitiva, los seguros son el respaldo ante, no solo las supersticiones, también frente a las adversidades. Tanto si eres supersticioso como si no, ¿te ayudamos a elegir el tuyo? Mira nuestras modalidades en Seguros Nogal y contacta con la correduría.