indemnización seguro de vida

En 2007, un porcentaje que rondaba el 10% de beneficiarios no pudieron acceder a la indemnización que les correspondía porque no sabían que lo eran, es decir, no tenían conocimiento de ser beneficiarios de ningún seguro de vida.

Ya en el año 2015 se registraron 400.000 consultas que permitieron al menos a 2.500 personas descubrir que eran beneficiarios de algún seguro de vida y que, por tanto, tenían derecho a recibir la protección que se les asignó. ¿Significa esto que ya estamos lo suficientemente informados?

Un porcentaje de un 1% es más que suficiente para justificar que necesitamos información sobre cómo podemos conocer si realmente tenemos derecho a una indemnización cuando muere algún pariente cercano. Por tanto, mientras siga habiendo personas que no acceden a las indemnizaciones que les corresponden por desconocimiento, podemos estar seguros de que sigue siendo necesaria ofrecer más información.

Cómo saber si se es beneficiario de un seguro de vida

Hay cosas de las que no nos gusta hablar y las evitamos. Eso es lo que sucede cuando se deben tocar temas espinosos sobre ‘qué pasará cuando yo no esté’. Posponiendo la conversación, a algunos la muerte los sorprende desgraciadamente antes de tiempo sin haber tenido la oportunidad de informar a quienes fuera necesario de que, en caso de su muerte, estaban protegidos. ¿Qué hacer entonces?

Si un familiar tuyo, tu cónyuge o tu pareja han fallecido puedes realizar una consulta en el Registro de Contratos de Seguros de Cobertura de Fallecimiento de manera presencial en Madrid o a través del propio Ministerio de Justicia.

Si eres beneficiario de un seguro de vida, tus datos estarán registrados durante 5 años después del fallecimiento de la persona asegurada. Para realizar la consulta, es necesario esperar al menos 15 días desde el fallecimiento y abonar un importe de alrededor de 4€ para obtener el certificado necesario.

Una vez solicitado, se recibe aproximadamente una semana después de la solicitud. Con él, debemos acudir a la compañía aseguradora para que nos indique quién es el beneficiario de la póliza contratada por el fallecido.

La razón por la que se dan estos casos de personas que no han cobrado su indemnización no solo tiene que ver con el desconocimiento de los beneficiarios de serlo o no y en relación a qué herramientas tienen para informarse, sino también con la no obligatoriedad por parte de las aseguradoras de informar al beneficiario ni a los familiares del fallecido de la existencia de una póliza y de quiénes estaban incluidos en ella.

Lógicamente, las compañías aprovechan este hecho para no ofrecer las protecciones que se han comprometido a otorgar, con el consiguiente ahorro de dinero.

Por todo lo explicado, es muy importante conocer las herramientas que tenemos a nuestra disposición para saber si figuramos cómo beneficiarios en alguna póliza de vida de algún pariente fallecido.  Sobre todo, tener claro que disponemos del derecho y de la forma de averiguar esta información a través de un organismo público como el Ministerio de Justicia y que, ante cualquier problema que tengamos con la aseguradora y que no podamos resolver directamente con ellos, podemos recurrir a ayuda legal.