¿Cuál es la diferencia entre hurto, robo o atraco?

¿Hurto, robo o atraco? La diferencia de concepto entre estos tres términos es importante, especialmente cuando la indemnización está en juego, ya que las coberturas de cada compañía varían en función del ‘modus operandi’ empleado en la sustracción.

Robo

El robo hace referencia a la sustracción de bienes empleando la fuerza en las cosas. Es el robo más frecuente en los hogares, cuando los ladrones fuerzan las puertas o ventanas para acceder al interior del inmueble.

Hurto

Sin embargo, en el hurto no existe ningún tipo de fuerza a la hora de sustraer el bien ajeno. Este sería el caso de que un ladrón entrara en casa porque una ventana o una puerta permaneciera abierta.

La diferenciación mínima entre ambos conceptos es muy importante, especialmente en términos de seguro, ya que en la mayoría de las pólizas el hurto no está cubierto. Por lógica, cuando somos víctimas de un robo, lo que menos tenemos a pensar es en el modo cómo se produjo la sustracción, solo pensamos en lo mal que lo hemos pasado y los objetos ─algunos con más importancia sentimental que material─ que nos han sustraído; pero a la hora de contratar una póliza es uno de los aspectos que hay que tener en cuenta para no llevarnos sorpresas.

Según el Código Penal, se consideran actos con fuerza, violencia o intimidación aquellos que conllevan el rompimiento de pared, suelo o techo; escalada para llegar hasta el domicilio, fractura de ventanas, puertas, armarios y forzamiento de cerraduras o descubrimiento de claves, para sustraer el contenido.

Por lo tanto, a la hora de determinar si estamos ante un robo o hurto, el criterio a tener en cuenta es el modo como se produjo la sustracción: con o sin fuerza o violencia.

Atraco

Por otra parte, nos encontramos con el atraco, que es más fácil de reconocer pues se produce sobre la víctima, cuando un ladrón ejerce fuerza, violencia o intimidación sobre la víctima para conseguir sustraerle objetos de valor. Como ejemplo, el robo del bolso por la calle a través del método del tirón, donde la víctima puede incluso sufrir lesiones al caer al suelo; o el robo donde existe una amenaza.

Tres conceptos que, de manera general, consideramos similares; pero a la hora de conseguir la indemnización, tienen matices que nos pueden costar un disgusto si no se conocen previamente.